Tiendas cerradas, restaurantes cerrados, hoteles vacíos, la pandemia del coronavirus ha paralizado el mundo en las últimas semanas. Son muchas las pymes que se enfrentan a un grave desequilibrio. Por eso, muchas de ellas han reubicado sus negocios en Internet donde no hay virus, al menos ningun virus dañino para el cuerpo humano.

Y los clientes también están apostando por las compras online frente a las puertas de las tiendas cerradas. Esto tiene consecuencias: según los proveedores de correo Egahost AS y GMX, el uso del correo electrónico ha aumentado en un 40% desde el comienzo de la crisis del nuevo coronavirus, los correos electrónicos de compras aumentaron en más del 30.

Este desarrollo no es un problema en principio, pero los estafadores ingeniosos aprovechan la situación actual abusando de la confianza del destinatario. Una búsqueda en Google de los términos «correo electrónico» y «corona» casi exclusivamente da como resultado aciertos relacionados con el phishing. Por ejemplo, el centro de asesoramiento al consumidor advirtió recientemente sobre un correo electrónico de phishing que se suponía que provenía del banco Sparkasse. Los clientes deben proporcionar información personal a través de un enlace, que luego terminaría inmediatamente en manos de los estafadores. Los phishers aprovechan el hecho de que corona cultiva cada vez más las relaciones con los clientes por correo electrónico y que los destinatarios también aceptan esto y pueden no ejercer la precaución necesaria. Esto es molesto para los destinatarios de tales correos electrónicos y, en el peor de los casos, realmente puede costar dinero. El alto volumen de dichos correos electrónicos también puede tener consecuencias para los remitentes legítimos de correos electrónicos si se envían correos electrónicos de phishing en su nombre, como en el caso mencionado anteriormente.

Un segundo problema es el spam. Los correos con ofertas dudosas de máscaras respiratorias o desinfectantes, por ejemplo, utilizan los temores de los destinatarios para sus propósitos. Incluso correos electrónicos no deseados en nombre de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han aparecido. Los proveedores de buzones también lo han reconocido y están implementando sus reglas de spam aún más rigurosamente. Y muy importante para los remitentes: una vez que haya aterrizado en la carpeta de correo no deseado de un destinatario, no llegará a la carpeta de la bandeja de entrada del mismo destinatario en el futuro. En este contexto, es particularmente importante que los remitentes se adhieran estrictamente a ciertas reglas para que sus correos también se entreguen.